Manuel López-Villaseñor y
López-Cano nació en Ciudad Real, 28 de junio de 1924. Padeció una parálisis
infantil que le obligó a estar en cama durante mucho tiempo y que le impidió
tener una infancia como la de cualquier niño, su única distracción era el
dibujo, que se convirtió en el motor de su vida. Con sólo once años obtuvo el
Primer Premio de la Asociación de la Prensa de la Muestra “Arte infantil
manchego”.
Realizó el bachillerato
acabada la guerra civil española, siendo alumno brillante en dibujo artístico.
Continuó su formación en la Escuela de Arte de Ciudad Real y gracias a una beca
de la Diputación Provincial se traslada a Madrid para continuar sus estudios en
la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Muy pronto empezó a conseguir
premios en certámenes y muestras de pintura.
En 1951 expuso por primera
vez en solitario en la Sala Macarrón de Madrid y en Ciudad Real y participó en
varios Concursos Nacionales de Pintura. En 1949, ganó la oposición de la
Pensión Roma y viajó a Italia, donde estudió a los maestros del Treccento
italiano, especialmente a Masaccio y
Piero de la Francesca. En 1950 participó en la Bienal de Venecia, en la “Mostra
delle Accademie”, en Roma, y en la Selectiva de Artistas Españoles en la Sala
“Feria”, en Roma y en Nápoles. En 1951 obtuvo un premio en la I Bienal
Hispano-Americana de Arte.
Viajó por Inglaterra,
Francia, Bélgica y Holanda.
Gracias a su óleo “El Cuerpo
del Mártir” logró la Primera Medalla de Oro en la Exposición Nacional de Bellas
Artes de 1952; ese mismo año, obtuvo el Primer premio de la Exposición
Internacional de Agrigento, en Italia. Expuso en Messina, Italia, con un grupo
internacional de artistas seleccionados por el E. N. I. T.
En 1953 volvió a España,
estableciendo su residencia en Madrid.
En 1956 se le concedió el
Premio “Valdés Leal” y fue nombrado académico de la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando. En los años siguientes, se sucedieron premios y
distinciones nacionales e internacionales.
En 1959 logró la cátedra de
Pintura Mural y Procedmientos Pictóricos en la Facultad de Bellas Artes de
Madrid, puesto que desempeña hasta su jubilación en 1989.
En 1971 fue nombrado hijo
predilecto de Ciudad Real y a partir de 1982, miembro del Instituto de Estudios
Manchegos, dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC).
Murió en Torrelodones,
Madrid, el 18 de abril de 1996.
En la pintura de
López-Villaseñor, se pueden distinguir a grandes rasgos tres etapas, la
primera, en la que principalmente realizó interiores y retratos, una segunda
con escenas de la vida cotidiana y en la tercera, esencialmente, pintura mural.
De la segunda etapa,
encuadradas en el llamado “Realismo crítico”, el artista plasmó escenas duras,
en casi todas hay dolor, en la mayor parte de los casos tortuosas y densas,
dotadas de una gran fuerza y carga emotiva.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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