jueves, 19 de abril de 2018

Manuel López-Villaseñor (1924 - 1996)


Manuel López-Villaseñor y López-Cano nació en Ciudad Real, 28 de junio de 1924. Padeció una parálisis infantil que le obligó a estar en cama durante mucho tiempo y que le impidió tener una infancia como la de cualquier niño, su única distracción era el dibujo, que se convirtió en el motor de su vida. Con sólo once años obtuvo el Primer Premio de la Asociación de la Prensa de la Muestra “Arte infantil manchego”.
Realizó el bachillerato acabada la guerra civil española, siendo alumno brillante en dibujo artístico. Continuó su formación en la Escuela de Arte de Ciudad Real y gracias a una beca de la Diputación Provincial se traslada a Madrid para continuar sus estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Muy pronto empezó a conseguir premios en certámenes y muestras de pintura.
En 1951 expuso por primera vez en solitario en la Sala Macarrón de Madrid y en Ciudad Real y participó en varios Concursos Nacionales de Pintura. En 1949, ganó la oposición de la Pensión Roma y viajó a Italia, donde estudió a los maestros del Treccento italiano, especialmente a Masaccio  y Piero de la Francesca. En 1950 participó en la Bienal de Venecia, en la “Mostra delle Accademie”, en Roma, y en la Selectiva de Artistas Españoles en la Sala “Feria”, en Roma y en Nápoles. En 1951 obtuvo un premio en la I Bienal Hispano-Americana de Arte.
Viajó por Inglaterra, Francia, Bélgica y Holanda.
Gracias a su óleo “El Cuerpo del Mártir” logró la Primera Medalla de Oro en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1952; ese mismo año, obtuvo el Primer premio de la Exposición Internacional de Agrigento, en Italia. Expuso en Messina, Italia, con un grupo internacional de artistas seleccionados por el E. N. I. T.
En 1953 volvió a España, estableciendo su residencia en Madrid.
En 1956 se le concedió el Premio “Valdés Leal” y fue nombrado académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En los años siguientes, se sucedieron premios y distinciones nacionales e internacionales.
En 1959 logró la cátedra de Pintura Mural y Procedmientos Pictóricos en la Facultad de Bellas Artes de Madrid, puesto que desempeña hasta su jubilación en 1989.
En 1971 fue nombrado hijo predilecto de Ciudad Real y a partir de 1982, miembro del Instituto de Estudios Manchegos, dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Murió en Torrelodones, Madrid, el 18 de abril de 1996.
En la pintura de López-Villaseñor, se pueden distinguir a grandes rasgos tres etapas, la primera, en la que principalmente realizó interiores y retratos, una segunda con escenas de la vida cotidiana y en la tercera, esencialmente, pintura mural.
De la segunda etapa, encuadradas en el llamado “Realismo crítico”, el artista plasmó escenas duras, en casi todas hay dolor, en la mayor parte de los casos tortuosas y densas, dotadas de una gran fuerza y carga emotiva.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.






























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