Stéphane Capitrel, nacido en
1959, se ha convertido en un maestro de la naturaleza muerta. La técnica que
utiliza se remonta siglos, no puede soportar la mediocridad y busca traducir la
impermanencia y la fragilidad de la vida.
Capitrel es aficionado a las
composiciones de frutas y flores de temporada, jugando con coloridos
contrastes, relieves y profundidades. Pinta las imperfecciones para hacerlas
aún más verdaderas y el trabajo más vivo para nuestros sentidos.
También refleja la riqueza
de las variedades de uva francesas al combinar una botella de Grand Cru y un
racimo de uvas, cuyos cálidos tonos expresa. En la tradición del género, que
incluye artículos de vajilla que van desde la copa de cristal de la
transparencia perfecta, de té o de café de porcelana mejorada con motivos de
oro fino, el cuenco de fruta, lanzador de vino, etc. También presenta, como un
guiño, juegos de reflejos de luz en los que a veces se representa frente a su
caballete.
La pintura de Capitrel
seduce a los amantes del género; refinado y buscado, refleja la calidez y los
colores de la vida y, naturalmente, encuentra su lugar en una colección.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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