John Singer Sargent nació en
Florencia, Italia, el 12 de enero de 1856. De padres americanos, estudió en
Italia, Alemania y París, expatriado de los Estados Unidos, pasó la mayor parte
de su vida en Europa. Fue quizá el retratista con más éxito de su época, aunque
fueron también muy cotizados sus acuarelas y paisajes.
Recibió sus primeras
lecciones de acuarela cuando contaba con trece años de edad, a cargo de Carl
Welsch, paisajista alemán. Se convirtió en un joven culto y cosmopolita,
experto en arte, música y literatura. Hablaba con facilidad francés, italiano y
alemán. Con diecisiete fue descrito por su propia madre como “terco, curioso,
resuelto y fuerte”, aunque su padre lo calificaba como “tímido, generoso y
modesto”.
Tenía conocimiento de
primera mano, gracias a las incontables visitas a museos que había realizado
con sus padres, de muchos de los grandes maestros, escribiendo en 1874 que: “en
Venecia he aprendido a admirar inmensamente a Tintoretto y a considerarlo quizás
solo por detrás de Miguel Ángel y Tiziano.”
A pesar de sus deseos de
ingresar en la Academia de Florencia, no fue posible debido a que ésta estaba
reorganizándose por entonces. De modo que regresó a París, y comenzó recibir
clases de Carolus-Duran, entonces un joven retratista francés, que en esos
momentos era muy conocido y cotizado gracias a su técnica enérgica y sus
modernos métodos de enseñanza. Su influencia fue clave para Sargent en sus
obras realizadas entre 1874 y 1878.
En 1874, en su primer
intento, aprobó el riguroso examen de ingreso a L’ École des Beaux-Arts de
París. Recibió clases de dibujo, incluyendo anatomía y perspectiva, ganando una
medalla de plata. Practicó con intensidad haciendo copias en museos y pintando
en un pequeño estudio que compartía con James Carroll Beckwith, que sería su
gran amigo y su principal conexión con artistas de Estados Unidos. Durante este
periodo de estudio, también asistió a clases en el taller de Léon Bonnat. Pronto
se convirtió en el estudiante estrella. Julian Alden Weir, que conoció a
Sargent en 1874, dijo de él que era “uno de los compañeros con más talento de
con los que he coincidido; sus dibujos son como los de los viejos maestros, y
su color es también magnífico.”
Su conocimiento del idioma
francés y su talento, lograron hacerle popular y admirado.
Gracias a su amistad con
Paul César Helleu, conoció a importantes personalidades del mundo del arte:
Degas, Rodin, Monet y Whistler, entre otros.
Su primer retrato
importante, fue el de su amiga Fanny Watts, realizado en 1877; ese mismo año,
expuso por primera vez en el Salón. Su segunda obra en el Salón fue “Los
recolectores de ostras de Cançale”, trabajo impresionista, del que hizo dos
copias, una de ellas, fue enviada a los Estados Unidos donde tuvo una exitosa
acogida.
Tras acabar sus clases con
Carolus Duran, viajó a España, donde estudió la obra de Velázquez, se empapó de
su técnica y tomó ideas para sus trabajos. Se apasionó por la música y el baile
español, sobre todo por Andalucía, pintó varios cuadros con rincones de la
Alhambra de Granada y escenas de género y se inspiró para la considerada como
su primera obra maestra: “El Jaleo”.
Pasó también una temporada
en el norte de África, donde se inspiró en una notable serie con escenas de
género de Marruecos y de un campamento de beduinos. Después viajó a Italia
donde tomó una gran cantidad de apuntes que darían lugar a algunas de sus obras
más valoradas, paisajes y escenas callejeras y de interior de Venecia.
A su regreso no tardó en
recibir una gran cantidad de encargos de retratos, su carrera ya fue imparable,
pintó casi con la constancia de un obrero, con un gran concentración y energía,
durante los siguientes veinticinco años.
Sus más fieles admiradores,
dicen de él, que sólo es comparable con Velázquez, pintor que influyó en él de
forma importante, el ejemplo más claro: “Las hijas de la familia Boit” (The
Daughters of Edward Darley Boit),
realizado en 1882, en el que intentó captar el aire velazqueño de los interiores
como lo representó el sevillano en “Las Meninas”.
A lo largo de su carrera
creó más de 900 óleos y más de dos mil acuarelas, así como una cantidad
innumerable de esbozos al carbón.
Alrededor de 1910 se empezó
a especializar en la pintura de paisajes. Como concesión a la insaciable demanda
de retratos, siguió haciéndolos, pero en forma de rápidos esbozos al
carboncillo, que él llamó “Mugs”.
La época en la que vivió
estuvo marcada por estilos bien característicos, como el Impresionismo, el
fauvismo y el cubismo, sin embargo, practicaba el realismo tomando como
referencia a Velázquez, Van Dyck, y Gainsborough, por lo que fue despreciado,
considerándolo como un anacronismo en el momento de su muerte. Sin
embargo, el valor de su arte ha ido
creciendo desde entonces, especialmente después una exposición retrospectiva en
el Museo Whitney de Arte Estadounidense en 1986.
Murió el 14 de abril de
1925, siendo enterrado en el cementerio de Brookwood, cerca de Woking, Surrey.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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