lunes, 14 de agosto de 2017

David Leffel


Nacido en Brooklyn en 1931, el distinguido pintor David A. Leffel pasó once años de su infancia luchando contra una enfermedad ósea en varios hospitales. Utilizó este tiempo para perfeccionar sus habilidades de dibujo. Esta pasión finalmente lo llevó a inscribirse en el Parsons School of Design, así como en la Universidad de Fordham. En la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York, floreció bajo la tutela de Frank Mason y finalmente enseñó allí durante 25 años. En 1992, Leffel y su pareja, la distinguida pintora Sherrie McGraw, se trasladaron a Taos, donde sus estudios dominan las montañas Sangre de Cristo. Conocido por estudiantes de arte de todo el mundo a través de sus libros y videos más vendidos, Leffel dirige talleres en todo el país y recientemente lanzó su propio programa anual de premios por la excelencia en pintura.
Leffel busca comprender el proceso de la pintura de la manera en que un físico teórico busca entender el universo. De hecho, no pinta gente o fruta, sino quarks y electrones, ondas y partículas. Sus objetos sólo parecen ser sólidos cuando retrocedes a donde ya no puedes ver el movimiento. Llama a este proceso del artista que busca comprender la "inteligencia" de la naturaleza. Es un aspecto clave de la filosofía de Leffel.
Los coleccionistas de Leffel responden fuertemente a las cualidades intemporales y humanas en su trabajo. En una conversación con un coleccionista, Leffel mencionó una vez que sus pinturas son sobre luz y sombra. -Oh -dijo el coleccionista-, pensé que estaban tranquilos.
Esta conexión entre el arte y la vida no se limita a las actitudes de los coleccionistas: es fundamental para la filosofía de Leffel. Afirma: "Cuanto más inviertes en algo, más te saldrás de él. Eso es cierto en cualquier área de la vida. Ese tipo de actitud siempre está buscando una solución mejor: ¿Qué es más fuerte, qué es más simple? Requiere discernimiento para encontrar una unidad estructural hermosa, consistente. Como una buena composición musical, todo encaja, nada es extraño; todo funciona para el bien del todo. Se necesita una tremenda energía y compromiso.
"Cuando empecé a pintar sólo pensé que era algo que me gustaría hacer - y si pudiera ganar algo de dinero en él, entonces no tenía que conseguir un trabajo. A medida que iba más allá, necesitaba la confirmación de que las cosas que estaba descubriendo en la pintura eran ciertas. Encontré que si era cierto en la pintura, también era cierto en la vida. La pintura es como un conjunto de relaciones entrelazadas: color, bordes, valores, grueso y delgado, etc. La vida es la misma. Todo está interrelacionado. Toda la vida es como una gran relación entrelazada. Todo lo que haces tiene una consecuencia para todo lo demás.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.












































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