Nacido en 1975, la única opción que tengo que recordar
la década de 1930 y los años 50, es a través de mi imaginación. Dejo que mi
mente visite el pueblo, su época, historias y fotografías, a continuación
traduzco mi propia narrativa a través de la pintura. Faros en una carretera de
dos carriles, los rayos del sol a través de árboles, trenes en una noche
lluviosa. Vienen de los pueblos pequeños y de las grandes ciudades. Veo
pinturas en las canciones populares de la década de los 30, los transeúntes en
las calles, y en el Evangelioque el predicador comentaba la mañana del domingo.
Las ideas para mis pinturas vienen del pasado y del presente, de todas las
cosas nostálgicas.
Mis pinturas estratégicamente recortadas en óleo y
acrílico son a veces de confrontación y, a menudo, cuentan con la figura
femenina como protagonista, lo que le da una visión sutil en la vida de los
personajes. Por lo general, dejando que se pregunten qué o quién está más allá
de los bordes, puede que te encuentres entrecerrando los ojos para ver lo que
se refleja en el cromo brillante en algunas de mis piezas. Más pistas sobre el
ajuste podrían encontrarse mediante el estudio de un coche en la pintura, o un
vestido de mujer, zapatos o joyas; el color de su lápiz de labios. Mis composiciones
pueden variar desde el realismo orientado al gráfico con imágenes ricas en
color y sin mezclar obligados por los bordes duros, de cierto realismo
fotográfico utilizando original, por etapas fotograficas como fuente de
material. La puesta en escena de la fotografía para la referencia de la pintura
es esencial, ya que rara vez cambia nada en todo el proceso de pintura. Todo
tiene que ser correcto.
Me aficioné al realismo fotográfico porque permite al
espectador notar cosas de las que no se dieó cuenta en tiempo real, sobre todo
con mis obras, detalladas a gran escala. Una pintura congela el movimiento y
los reflejos. El fotorrealismo es un vehículo muy adecuado para la captura de
momentos que se producen con poca antelación, pero no obstante son reveladoras
en su narrativa. Mi proceso de pintura me obliga como artista mirar más allá de
la materia, a dejar que una cara sea una serie de objetos, o un objeto
simplemente un bloque de color.
Mis pinturas son trabajos realizado con acrílico, óleo
y pinceles. Me preocupo constantemente de mejorar la técnica, la composición y
la narrativa. Las personas y objetos en mis pinturas son reales; las historias
que cuentan son cotidianas, inspiradas en la vida.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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